Una pregunta por responder

   Veinte son los días que restan para escribir un nuevo capítulo en la historia de España. El 20 de noviembre fue la fecha elegida para un adelanto electoral que muchos veníamos pidiendo semanas antes de su anuncio, incluso meses, pero nunca es tarde si la dicha es buena, ¿o quizá sí?

Se añadirá un hecho más a la efeméride de este día, aquélla que recordaron ciertos miembros del Gobierno para elegir dicha fecha para los comicios, ¡mira que hay que tener “memoria histórica” oye!

   A estas alturas la gente ya tiene claro, o por lo menos lo disimula muy bien, en manos de quién quiere dejar el futuro del país. Unos abogarán por hacer de este día un punto de inflexión para el devenir de la Nación; otros, se ve que tienen curiosidad por ver si existe un color más allá del negro para describir la situación en la que nos encontraríamos con cuatro años más de gobierno socialista.

   Es evidente que España no sólo sufre una grave crisis económica y financiera, sino que está sumida en una crisis política. Una gran parte de la sociedad piensa que nadie será capaz de arreglar esto, o ni siquiera de cambiar algo las cosas, y mucho menos los políticos actuales. Se habla de casos de corrupción (de unos más que otros la verdad), de que buscan beneficio personal en lugar de mirar a lo que realmente representan, de sus sueldos desorbitados… La clase política está muy devaluada.

   Haciendo alusión al tema “sueldos”, que tantas portadas ha copado, la pregunta es: ¿está el político bien pagado? Pues… en mi opinión “no”; y antes de que la gente se tire de los pelos argumentaré mi respuesta. Si una persona cualificada, válida y, en teoría, capacitada para dirigir una empresa recibe una remuneración acorde a su responsabilidad y exigencia en el trabajo que desempeña, si la “empresa” se llama Gobierno, y el “trabajo” y la “responsabilidad” dirigir a un país, y más en la situación actual, ¿por qué no deben cobrar más de lo que cobran? Ahora bien, una cosa distinta es que sobren cargos en distintas administraciones, que haya cientos de políticos “calientasillas” que están ahí por lo que están, y no por méritos propios (o sí, depende de cómo se mire) pero reciben sus sueldos correspondientes; ahí estamos de acuerdo, pero no es donde quiero llegar.

   El Presidente del Gobierno, los Ministros y altos cargos en materia política, deben recibir un sueldo merecido acorde a su función y responsabilidad, que creo yo que suficiente es gobernar un país y más en la situación actual. Ahora bien, puntualizando estas últimas palabras, como se puede leer unas líneas más arriba se cita “persona cualificada, válida y capacitada”, con esto quiero decir que el Gobierno actual no es que esté mal pagado, no, es que deben “pagar” por todo lo que han hecho. Los Sebastián, Caamaño, Chacón, Salgado, Fernández de la Vega, Aído, González-Sinde, Bono, Chaves, Pajín, Pepiño, Rubalcaba… con Mr. Bean a la cabeza, perdón…., con Zapatero a la cabeza, no entran en la descripción anterior, lo suyo es de juzgado de guardia.  Dicho lo cual, si el sueldo fuese otro, quizá grandes gestores que llevan muy lejos sus empresas privadas accederían a estos puestos, o ciertas personas ya apartadas de la vida política y que tanta gente pide para el nuevo Gobierno se pensarían volver.

   Resumiendo, si algo cambiase en este sentido, el elenco de políticos dejaría de ser gente mediocre, algunos sin formación básica, para pasar a ser gente válida, gestores reales, con capacidad a mirar más allá de lo que muchos no ven, y otros no quieren ver. La pregunta sigue latente, ¿es adecuado el sueldo de los políticos, no de los que están, sino de los que deberían estar?

@miviher